La mayoría de las veces, cuando se evalúa la ciencia en el mundo, lo que se hace es mirar la cantidad y calidad de investigaciones que producen los científicos y centros de investigación. Los investigadores Lutz Bornmann de la Max Planck Society de Munich y Loet Leydesdorff de la Universidad de Amsterdam crearon un método alternativo, para evaluar el desempeño científico de ciudades.
El acercamiento es el siguiente: se toma el número total de papers (artículos científicos) realizados por investigadores de una ciudad en específico y luego se cuenta cuántos de éstos aparecen en el 10% de papers más citados. “Por ejemplo, si los autores localizados en una ciudad han publicado 10.000 papers, uno esperaría que por razones estadísticas 1.000 de ellos (o sea, el 10%) estuvieran en el 10% de los más citados del mundo”, señalan los investigadores.
Después de hacer ese cálculo, se comparó el número esperado de papers más citados con el número real.

Luego se desplegaron los resultados en un mapa, mostrando las ciudades que tienen más papers de lo esperado en verde oscuro, mientras que los que tienen menos de lo esperado están en rojo. Mientras más grande el círculo, más papers son los involucrados.
Se hicieron mapas midiendo papers de física, química y psicología que aparecieron en 2008 y que fueron citados hasta febrero de 2011.

Resultados

En física, que es el mapa que está arriba los mejor posicionados son Londres, París, Karlsruhe, Munich, Pisa y Roma. El peor de todos es Moscú, que aparece en un círculo rojo gigante.
En América Latina no andamos muy bien: varios países ni siquiera aparecen. Brasil, Argentina y Colombia parecen tener índices bastante decentes en física, mientras que en química le va un poco mejor a Chile. En psicología, sin embargo, hay muchos círculos naranjos y rojos hacia nuestro lado, menos en México donde aparecen un par de manchas verdes.
El mapa ha despertado cuestionamientos respecto a qué tan efectivo es, sin embargo, resulta útil para visualizar un montón de información de la que uno no tiene mucha claridad. Como sea, está claro que las ciencias tienen mucho que hacer todavía en este lado del charco.


Fuente:  http://www.fayerwayer.com