lunes, 14 de marzo de 2011

Alarma en Japón enciende el debate nuclear

(cc) Wikimedia
Este fin de semana el mundo ha tenido los ojos en los reactores nucleares de las centrales de Fukushima, Onagawa o Tokai, afectadas por el terremoto de 8.9 grados que estremeció Japón el pasado viernes, y cuyas fuertes y seguidas réplicas mantienen la alerta en la región y provocaron que se declarara el estado de emergencia nuclear, con fines precautorios.
Esta mañana amanecimos con la noticia de que una nueva explosión afectó un tercer reactor en la planta nuclear de Fukushima, pese a lo cual las autoridades japonesas han asegurado que el riesgo de una fuga radioactiva es bajo y que no se han registrado cambios en los niveles de radiación.
Hoy el mundo mira con miedo a su vecino asiático, a la vez que se reabre el debate sobre qué tan segura es la energía nuclear. Tal como era de suponerse, estos accidentes en Japón han puesto en el punto de mira a la energía nuclear.
En Europa, por ejemplo, ya se ha convocado una reunión urgente de responsables de la seguridad nuclear en la Unión junto a fabricantes y operadores de centrales:
Para evaluar las consecuencias del accidente de Fukushima y tomar nota de las lecciones aprendidas”.
Dicha reunión se realizaría entre hoy y mañana, y según sus convocantes tiene un carácter preventivo. Recordemos que las plantas atómicas producen alrededor del 15% de la energía consumida en la Unión Europea… Así que no creo que vayan por el camino de satanizar este tipo de energía.
Y es que a mi parecer es injusto que ahora se señale a la energía nuclear como la fuente de los problemas: Las centrales japonesas han vivido en las últimas horas sacudidas importantes de tierra, con magnitudes impresionantes, lo que ocurre con poca frecuencia en el mundo. Eso explica la crisis que está enfrentando la potencia asiática, y no es la energía nuclear en sí misma la causa de la emergencia.
Ahora bien, si creo que es urgente que la Organización Mundial de la Energía Atómica regule y vigile de cerca el funcionamiento de las centrales de todo el mundo, porque no todos son Japón, y probablemente no todos cuentan con planes de contingencia tan específicos como los que ha dispuesto la nación asiática…
En todo caso, la opinión pública está dividida (lo normal en estas situaciones), y la polémica entre un bando y otro es evidente: Los que ligan la energía nuclear con el principio del fin del mundo, contra los que piensan que esta forma de energía es clave para continuar el desarrollo de la humanidad…


Fuente: www.fayerwayer.com

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