miércoles, 16 de marzo de 2011

Mientras el mundo mira a Japón, Khadafi recrudece su embestida

"En 48 horas todo habrá terminado", dijo el dictador libio, quien puso fecha al fin de las revueltas. Sus fuerzas avanzan sobre los principales bastiones opositores.


Hace apenas 10 días, la rebelión se encaminaba hacia Trípoli, la capital, y mostraba capacidad de sacar a Khadafi luego de 41 años en el poder, pero las fuerzas armadas del régimen, con mejores armas y organización, revirtieron la tendencia.

Las tropas de Muamar Khadafi seguían ganando terreno en Libia y avanzaban hacia el este el martes un mes después del inicio de una rebelión bombardeando Ajdabiya (este) y anunciando una ofensiva contra Bengasi (este), sin que el G8 alcance un acuerdo sobre una posible intervención militar.

Más tarde, el contraataque contra el bastión rebelde se materializó. El coronel insurgente Faradj al Feyturi, contactado en Bengasi por la cadena de televisión catarí Al Yazira, indicó que los bombardeos se produjeron a primeras horas de la mañana y tuvieron por objetivo el aeropuerto de la ciudad.

Al Feyturi no precisó si se registraron víctimas ni daños materiales en el ataque pero aseguró que la respuesta de los rebeldes fue contundente y que los aviones de Khadafi "emprendieron la huida".


Los rebeldes habían utilizado cañones antiaéreos el martes por la noche en Bengasi, pero los periodistas no vieron ni oyeron aviones. También se oían prolongadas ráfagas de armas pesadas y explosiones, así como el sonido de ambulancias. Era difícil saber si los rebeldes respondían a un ataque o manifestaban su alegría tras los rumores, sin fundamento según testigos en Trípoli, sobre un bombardeo contra la residencia de Khadafi en la capital.

El dirigente libio Muamar Khadafi declaró por la noche por televisión estar "determinado a aplastar a los enemigos" asegurando que "si se trata de un complot extranjero lo aplastaremos, y si es interno también lo vamos a aplastar".

Las fuerzas gubernamentales lanzaron la aviación y la artillería pesada contra Ajdabiya, estratégico nudo de comunicaciones a 160 kilómetros al sur del feudo de la oposición en Bengasi, cortando la ruta entre las dos ciudades.

En un acto de desesperación, los rebeldes habilitaron dos viejos aviones de combate que atacaron a un buque gubernamental que bombardeaba a Aybabiya desde el Mediterráneo y provocaba la huida de habitantes. Pero cuando los tanques empezaron a ingresar a la ciudad desde dos direcciones y los cohetes caían sin cesar en casas y tiendas, la defensa de los combatientes mal pertrechados de la oposición pareció desfallecer.

Con la caída de Aydabiya, las fuerzas del régimen podrían bombardear Bengasi, la segunda mayor ciudad en Libia y la capital de facto de la oposición, por aire, mar y tierra.

La televisión oficial y luego un responsable gubernamental libio anunciaron que Ajdabiya estaba controlada por las fuerzas fieles a Trípoli. Esta información fue desmentida por el portavoz militar del Consejo Nacional de Transición (CNT) libio, instancia dirigente de los rebeldes establecida en Bengasi. También desmintió una retirada de los rebeldes hacia Bengasi a pesar de la desbandada de la que fue testigo un periodista de la AFP. Más tarde, varios insurgentes negaron la pérdida de la estratégica ciudad.

Según los habitantes continuaban los combates esporádicos en Brega, sitio petrolero a 80 kilómetros al oeste, pero la línea del frente propiamente dicha se sitúa en las puertas de Ajdabiya.

Nuevas sanciones

Estados Unidos anunció sanciones adicionales contra el gobierno de Libia al prohibir el martes los negocios con el Ministerio del Exterior libio y 16 compañías que posee o controla.

El Departamento del Tesoro congeló todas las cuentas ligadas al ministro del Exterior Moussa Koussa para aislar a los leales al dictador Muammar Khadafi mientras el gobierno continúa con los violentos ataques contra la oposición. La lista negra incluye empresa de los sectores bancario, petrolero, de aviación y de inversión.

Médicos sin fronteras se retira de Bengasi

"Nuestro personal dejó el país" este martes y "todo el mundo evacua Bengasi, tanto miembros de organizaciones humanitarias como periodistas", explicó un responsable de la organización.

Según un comunicado publicado en el sitio internet de MSF, la evacuación se hizo debido a "un contexto de combates violentos y permanentes en Libia" y "los equipos se replegaron a Alejandría, en Egipto". Desde allí "intentarán apoyar las instalaciones médica libias, en primer lugar suministrando medicamentos y material médico", agrega el texto.

Fuente:http://america.infobae.com

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