Desde que aparecieron las pruebas de ADN, las huellas dactilares van usándose cada vez menos en favor de unas pruebas en las que usar guantes no te valdrá de nada y cualquier cosa que provenga de ti podrá ser utilizada en tu contra. Pues bien, las huellas dactilares vuelven más fuertes que nunca gracias a nuevo tipo de tecnología que podría indicar sustancias que se hubieran tocado e incluso ingerido.
Este avance en la ciencia forense más importante aún que la capacidad de decirle a un subordinado que amplíe una imagen mágicamente pasándote por el forro todas las limitaciones de la edición digital es obra de investigadores de la Universidad Sheffield Hallam.
Con ella a partir de un polvo especial se pueden obtener huellas de vidrio, madera, metal e incluso cuero, luego se rocían con un disolvente convirtiéndose en pequeños cristales con sustancias como drogas, explosivos, cosméticos o productos químicos.
De esta manera se puede saber más sobre el sospechoso, ya que con lo que ha tocado, comido o inyectado, se sabría mucho más sobre su estado, lo que estaba haciendo y a que se dedica.
El Reino Unido ya ha invertido más de 100.000 euros en esta tecnología y sus desarrolladores estiman que estará disponible para ser usada de forma masiva por la policía en 3 años
Fuente: http://www.gizmodo.es
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