Una simple visita al supermercado puede convertirse en una pesadilla. Un carro mal ubicado, algún inepto que abre la puerta de su vehículo bruscamente, los siempre presentes “toques” en el estacionamiento... si alguien se pregunta qué es lo que puede arañar a la pintura de un coche, en realidad debería verlo desde el otro extremo, y pensar en qué “no” puede arañar la pintura. Cualquier marca, cualquier detalle, se convierte en un asalto a la estética del vehículo, y si su dueño ha consumido tiempo y esfuerzo para conservarla, mayor es la frustración. Tengo contacto con personas que se dedican a reparar raspones en el coche, y puedo dar fe de que un trabajo de este tipo no es barato. Algunas marcas pueden surgir de una situación inevitable. ¿Quieren un ejemplo? ¿Qué tal el granizo? Sólo basta una piedra para marcar la pintura, o incluso hacer algo peor...
La aplicación de las pegatinas es tan sencilla que roza lo ridículo: Primero se limpia la parte afectada, luego se aplica la pegatina, y después se la repasa para evitar las burbujas. Al mismo tiempo, Toyota garantiza una alta resistencia para su producto, y en caso de que el usuario necesite retirarlo, sólo requerirá de un secador de cabello. El precio oficial sin impuestos asciende a 29,48 €, y actualmente la paleta se extiende a 29 colores, pero se espera que se agreguen más en el futuro. Stickerfix es una idea interesante que podrá sacar a más de un conductor de un apuro a la hora de reparar arañazos en el coche, y no estaría mal que otras empresas adopten algo similar para sus propios vehículos.
Fuente: www.neoteo.com
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