Autoridades japonesas han alertado respecto de niveles inusualmente altos de material radiactivo en peces capturados a 80 kilómetros de la planta nuclear de Fukushima, lo que ha aumentado las preocupaciones respecto de las consecuencias de botar el agua radiactiva en el océano, tarea llevada a cabo ayer, y cómo ésto afectará la vida marina.
El asunto podría ser aún más grave considerando que el mar es una de las fuentes claves de alimento en Japón.
De acuerdo al gobierno de la prefectura de Ibaraki, dos muestras de peces llamados konago capturadas en dos lugares diferentes de la costa del lugar contenían niveles mayores a lo permitido de yodo 131 y cesio 137.
Se trata de los primeros descubrimientos que confirman la contaminación de peces, después de que se filtrara agua de la planta de Fukushima al mar. En la misma planta, la empresa Tokio Electric Power (Tepco) informó que el agua que se ha estado usando para enfriar los reactores tiene 5 millones de veces más radiactividad que la permitida, lo que se ha convertido en uno de los grandes problemas a resolver. Se espera que el viernes se libere más agua al mar, ya que no hay más lugar donde contenerla.
Altos niveles de radiactividad ya se han encontrado en algunos vegetales y en la producción de leche. La situación de los peces hace temer una posible contaminación extendida por todo Japón.
Fuente: http://www.fayerwayer.com
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